La fracción oficial se opone al plan que reduciría las horas de trabajo.

Recientemente, la fracción de Frente amplio (FA) ha presentado nuevamente una propuesta a través de una factura (archivo 24,965) que busca transformar las horas laborales de 48 horas de trabajo a las 40 horas. Esta iniciativa ha cobrado relevancia, dado que el contexto laboral actual demanda flexibilidad y bienestar para los trabajadores.

En octubre de 2024, se llevó a cabo una acción similar cuando la Comisión Legal del Congreso presentó otra propuesta (archivo 23.905) elaborada por el diputado de la FA, Ariel Robles. Esta propuesta tiene como objetivo promover cambios en la jornada laboral, buscando un equilibrio que beneficie tanto a trabajadores como a empleadores, generando un ambiente de trabajo más saludable y eficiente.

De acuerdo con la propuesta de Robles, se establece un día máximo efectivo de 7 horas laborales durante el día y 5 horas en horario nocturno. Esto representa un enfoque innovador que intenta mejorar la calidad de vida de los trabajadores, facilitando la conciliación entre la vida laboral y personal. El esquema establece un límite semanal de 40 horas si se trabaja durante el día, y de 30 horas si el trabajo se realiza por la noche. Este tipo de regulación no solo se alinea con las tendencias globales, sino que también busca responder a las necesidades de un mercado laboral en constante evolución.

Populista

Sin embargo, no todas las voces están a favor de esta propuesta. El diputado de la fracción de delegados oficiales, Daniel Vargas, ha expresado su desacuerdo con la idea de reducir las horas laborales. Vargas fue contundente al describir el plan como un «populismo inconsciente persistente del Frente Amplio». Este tipo de opiniones refleja la polarización política que existe en torno a la cuestión laboral en el país.

Vargas argumenta que, en lugar de reducir las horas de trabajo, el país debe enfocarse en mantener un ritmo constante para alcanzar un desarrollo sostenible. «La prioridad debe ser que el país avance y, en algunos casos, que se realicen esfuerzos dobles», afirmó el diputado oficial. Este enfoque sugiere que la reducción de horas podría ser un retroceso en lugar de un paso hacia adelante.

Además, Vargas subrayó que la urgencia radica en aprobar regulaciones que promuevan un nuevo modelo de trabajo que contemple días de cuatro jornadas laborales y tres libres. Esta propuesta también está siendo aplicada por diversas empresas en el sector privado, lo que sugiere que hay un interés creciente en explorar formas más flexibles de organización laboral.

Por otro lado, el contexto actual es propicio para el debate sobre la jornada laboral. El Congreso se encuentra, hasta el 31 de julio, en un período de sesiones extraordinarias, durante el cual el poder ejecutivo tiene a su cargo la agenda de los delegados, lo que implica que cualquier decisión respecto a estas propuestas deberá ser cuidadosamente considerada en este marco legislativo dinámico.