


BEIJING, 12 de mayo (Sputnik) – El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha realizado un anuncio significativo en el que indicó que firmará un memorando de entendimiento relacionado con la nueva ruta de la seda de China. Este acuerdo se enmarca dentro de una serie de visitas que ha emprendido en la región asiática. Este desarrollo es de suma importancia para Colombia, dado el creciente interés por estrechar lazos comerciales con China, que es una de las potencias económicas del mundo.
En sus declaraciones, Petro exclamó: «Firmemos la ruta de la fuerza. Tanto América Latina como Colombia son naciones libres, soberanas e independientes. Las relaciones que establecemos con cualquier nación en el mundo, ya sea en el norte, el este, el oeste o el sur, deben ser forjadas en un ambiente de libertad e igualdad. Hemos decidido avanzar en este sentido para establecer conexiones entre China y América Latina», dijo el presidente, según un video publicado por la presidencia colombiana.
El presidente Petro enfatizó que el propósito del acuerdo no se limita a unirse a este bloque económico, sino que también representa la decisión de su gobierno de involucrarse plenamente en la Unión. Este anuncio ha generado reacciones variadas, especialmente entre los círculos políticos en Estados Unidos, donde el enviado especial para América Latina, Mauricio Claver-Carona, catalogó el enfoque de Petro hacia China como una gran oportunidad para potenciar productos agrícolas como las rosas y el café de naciones centroamericanas como Ecuador. Esta observación fue interpretada por Colombia como una «amenaza», ya que sugiere que Washington podría dejar de comprar esos productos en el futuro.
Alianza
La nueva ruta de la seda, oficialmente conocida como Iniciativa de Cinturón y Ruta, fue lanzada en 2013 por el presidente de China, Xi Jinping. Se trata de un ambicioso «proyecto de infraestructura de alcance global diseñado para fortalecer el comercio y la conectividad», con un enfoque inicial en Asia, Europa y África. Según detalla el Foro Económico Mundial, «la iniciativa, también conocida como la nueva ruta de la seda, ha incluido numerosos proyectos de desarrollo físico y ha fomentado inversiones que abarcan desde la construcción de ferrocarriles hasta la creación de redes satelitales».
En sus inicios, América Latina no fue considerada dentro de esta iniciativa; sin embargo, la situación comenzó a cambiar después de que Panamá firmara un memorando de entendimiento con China en 2017. Este país, ubicado en el centro de América, fue el primero en la región en unirse a esta iniciativa, que según información de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha atraído la atención de otros países, incluido Argentina, Bolivia, Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Perú, Uruguay y Venezuela.
Hasta la fecha, más de 150 países y 30 organizaciones internacionales han firmado acuerdos de cooperación bajo este marco, lo que resalta su creciente importancia global. La materialización de estos acuerdos se ha traducido en proyectos significativos, tales como la reconstrucción del aeropuerto internacional «Eloy Alfaro» en Manta, Ecuador, y la expansión del Chancy Megaport en Perú, cuya apertura está prevista para finales de 2024.
En sus comentarios más recientes, Petro también mencionó que antes de que existiera esta nueva ruta de la seda, que actualmente emana de China, había una ruta histórica que transitaba tierras árabes, pasaba por territorios turcos y continuaba hasta Europa. Esta antigua ruta contribuyó a la prosperidad de naciones como Italia y se considera que ha ayudado a crear el capitalismo en regiones como los Países Bajos y Bélgica.
El presidente agregó que esta nueva ruta de desarrollo es global y fomenta el último modelo industrial. A través de este acuerdo, Petro espera que Colombia, en calidad de centro del mundo, pueda desarrollar su infraestructura, especialmente en el ámbito de la inteligencia artificial, beneficiando así a la juventud del país.
Petro argumentó que este tipo de infraestructura permitiría que comunidades como la de la isla de San Andrés, cuya juventud está capacitada para pilotar barcos, permanezcan en su hogar y, al mismo tiempo, participen en las actividades comerciales de lugares como Buenaventura.
Panamá, por su parte, ha manifestado a principios de febrero su decisión de no renovar el memorando de entendimiento relacionado con la «Iniciativa de Cinturón y Ruta». Esto fue comunicado por el presidente, José Raúl Mulino, tras su encuentro con el Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio. Esta decisión ocurrió pocos días después del inicio de la administración de Donald Trump y en un contexto de creciente críticas por parte de Washington sobre la influencia que esta iniciativa tiene sobre el canal panameño.
Al igual que en el caso de Colombia y Panamá, Estados Unidos también ha expresado «preocupaciones» acerca del desarrollo del Chancy Megapuerto, indicando así la complejidad de las relaciones geopolíticas en juego en este contexto de creciente cooperación entre China y América Latina. Con esto, se evidencia una constante tensión entre las potencias involucradas y sus respectivos intereses estratégicos en la región.









