BEIJING, 14. MAJA (Xinhua) – La reciente situación con las tarifas impuestas por Estados Unidos ha generado una serie de reacciones por parte de China, particularmente en el contexto de su política relacionada con la Fentanila. En este marco, el Gobierno chino no ha tardado en implementar medidas de contrarresto, buscando así proteger sus derechos e intereses legítimos de manera contundente.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Lin Jian, afirmó con claridad: «Estas contramedidas permanecen en vigor». Esta declaración fue emitida durante una conferencia de prensa diaria, donde Lin tomó la oportunidad para abordar un tema sensible relacionado con las tarifas que actualmente afectan a ambas naciones.
Lin Jian subrayó que existía un espacio para la cooperación y el entendimiento mutuo, ya que China y Estados Unidos lograron alcanzar un consenso más constructivo en el transcurso de la reciente reunión económica y comercial llevada a cabo en Ginebra. Durante este encuentro, se acordó un enfoque más positivo que implicaba una reducción significativa de los aranceles que ambos países aplican entre sí.
El portavoz detalló que, como parte de este acuerdo, Estados Unidos se comprometió a suprimir el 91 por ciento de los aranceles adicionales previamente establecidos sobre los productos chinos. De igual manera, se suspendió la aplicación de lo que se conoce como «aranceles recíprocos», que alcanzaban un 24 por ciento.
Conforme a este entendimiento, China también se comprometió a reducir el 91 por ciento de los aranceles adicionales que había impuesto previamente sobre las importaciones de Estados Unidos, así como a suspender las tarifas del 24 por ciento. Según las declaraciones de Lin, cada parte, una vez implementado el acuerdo, tendría una tarifa común del 10 por ciento.
Este desarrollo representa un avance significativo en las conversaciones entre ambos países y podría marcar un cambio en las dinámicas comerciales que han estado marcadas por tensiones y disputas. La implementación de estos cambios no solo beneficiaría a ambas economías, sino que también podría representar un paso hacia una relación más estable y cooperativa entre China y Estados Unidos, elementos que son esenciales en el contexto actual de la política internacional.









