
El interés por la ciencia ficción literaria ha disminuido significativamente, y esto contrasta con la popularidad creciente de otros subgéneros. A diferencia de las variantes de ficción con un público amplio, como Romantasía, los libros de ciencia ficción se han convertido en meras curiosidades. ¿Qué ha llevado a la caída de este género literario que una vez fue rey en el ámbito de la fantasía? A lo largo de las últimas décadas, su presencia ha disminuido notablemente, lo que plantea preguntas sobre su futuro.
La disminución de las ventas. En un artículo publicado en The Washington Post, se presenta un dato revelador: solamente el 12% de los lectores se sienten atraídos por la ciencia ficción. Las cifras continúan respaldando esta tendencia, ya que, según lo reportado por Publishers Weekly, solo se ha logrado que un libro de ciencia ficción haga su camino al top 10 de los más vendidos cada año. Este fue el caso de «Ballada de las aves y serpientes cantantes», una notable continuación de uno de los éxitos más grandes de la década pasada, «Los juegos del hambre».
El poder de Adulto joven. En las últimas dos décadas, la ciencia ficción había tenido un resurgimiento en cuanto a ventas, impulsado por la popularidad de variantes distópicas y dirigidas al público juvenil. Durante las primeras dos décadas del siglo XXI, se han registrado hasta 12 obras en las listas de bestsellers de la década de 2000 y en la primera década de 2010, destacando títulos como «The Hunger Games», «Divergent», «The Host» y «A Time Fold». No obstante, también había un espacio para la ciencia ficción «adulto», consolidando aún más la receptividad hacia este género, con grandes nombres como Stephen King y Michael Crichton a la cabeza.
Y ahora Al Romantasía. En este contexto, es interesante notar cómo los mismos lectores que anteriormente estaban interesados en las distopías juveniles ahora muestran su preferencia por géneros como la fantasía ligera y Romantasía. Estos estilos han dominado los rankings de ventas recientemente. En los pasados dos años, títulos y autores que pertenecen a este género, como «Alas de sangre», «Un patio de rosas y espinas» o «Sangre y ceniza», han captado casi por completo la atención de los lectores, destacando especialmente en las listas de 2023 y 2024. La producción constante de obras por parte de escritores como Rebecca Yarros o Sarah J. Maas, que han garantizado su lugar en las estanterías, recuerda a épocas previas dedicadas a autores como King o Crichton.
Avalancha de medios. Este cambio en el interés de los lectores dentro del género fantástico es una de las causas más inmediatas que explican la caída de la ciencia ficción en las listas de ventas. Sin embargo, existen factores endémicos y menos evidentes que también contribuyen. Uno de ellos se relaciona con el ecosistema de medios actual: el público busca historias de ciencia ficción que se presentan en formatos cinematográficos y en series de televisión que son más rápidas y menos exigentes a nivel cognitivo. Esta tendencia resalta una peculiaridad: la relevancia del género de fantasía y ciencia ficción en el ámbito mainstream audiovisual ha jugado en contra de los libros. ¿Por qué leer ciencia ficción cuando uno puede disfrutar de sus representaciones visuales en la pantalla grande con un impacto más inmediato?
La distopía está aquí. Desde una perspectiva más sociológica, el interés en la ciencia ficción puede verse erosionado, ya que la realidad ha comenzado a reflejar las distopías que una vez fueron puramente literarias. Es un chiste recurrente observar cómo la realidad ha superado a la ficción, con ecos de visiones pesimistas del futuro que se asemejan a lo presentado en obras como ‘Blade Runner’ o ‘La historia de la criada‘. Dada la atmósfera de incertidumbre que enfrenta la generación Z, es comprensible que el escapismo proporcionado por obras de Romantasía, como «Alas de sangre», parezca más atractivo que la cruda realidad presente en novelas distópicas emblemáticas como «1984», las cuales podrían generar ansiedad en lugar de una simple reflexión.
Crisis creativa. A la par de todos estos factores, se suma la crisis creativa que afecta a la cultura contemporánea, reflejándose especialmente en el género fantástico. La mayoría de las producciones que triunfan en taquilla y los éxitos en ventas de libros son en su mayoría derivados de franquicias previamente establecidas. Siendo la ciencia ficción un género que tradicionalmente ha destacado por su capacidad de asumir riesgos, innovación y nuevas ideas, este estancamiento en la creatividad plantea retos significativos. Un autor tan relevante como Orson Scott Card, autor de ‘Ender’s Game’, plantea en un artículo titulado »¿Nos enfrentamos al final de la ciencia ficción?‘: «todas las historias realmente buenas han sido escritas ya en este género».
¿Hay una redención? Orson Scott Card sugiere que una posible limitación del género es que la ciencia en la actualidad tiende a explorarse desde ángulos más teóricos o abstractos, dejando de lado las narrativas clásicas de viajes espaciales o conflictos bélicos. Sin embargo, hay autores emergentes como Greg Egan, Liu Cixin o Ted Chiang que están realizando aportes frescos e innovadores al género. A medida que demuestran que todavía hay espacio para la creatividad, quizás la verdadera cuestión sea cómo el género puede continuar evolucionando, independientemente de si entra o no en las listas de bestsellers.
Encabezado | Daniel En Atractivo
En | Los 25 mejores libros de ciencia ficción









