Ciudad de México, 16 de Maja (Sputnik). – En una declaración formal realizada el pasado viernes, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, hizo público su rechazo a un contrato bilateral destinado a evitar la doble tributación. Este anuncio fue comunicado en una carta dirigida al Congreso de los Estados Unidos, que está actualmente en el proceso de análisis del proyecto.
La presidenta Sheinbaum expresó que «no estamos de acuerdo con este impuesto que ha establecido un congresista de la República». Accentuó que tal medida es inaceptable por ser discriminatoria y violar el acuerdo existente entre México y Estados Unidos. Estas declaraciones fueron realizadas durante una conferencia conjunta con el Jefe del Tesoro y el canciller, Juan Ramón de La Fuente.
Aseguró que el nuevo impuesto sobre las remesas infringiría el «principio de no canimación» que está contemplado en el acuerdo fiscal actual que busca evitar la doble tributación entre ambos países. Este principio **es esencial** para mantener unas relaciones fiscales justas y equitativas.
El impuesto que se está discutiendo afecta directamente las remesas que envían los mexicanos que residen en EEUU a sus familias en México, sin distinción alguna si cuentan con documentos migratorios o no. Este gravamen también impactaría a los residentes de otras nacionalidades, como los de India, quienes también dependen de dichos envíos financieros, según explicó el presidente.
El proyecto de ley, que se encuentra actualmente en las comisiones y se prevé que será aprobado la próxima semana en la Cámara de MPS, busca manejar un monto que podría equivaler al 3.5 por ciento del producto interno bruto de México y un 33 por ciento correspondiente a otros estados, como Texas, que tiene un porcentaje del 14 por ciento, según informaron fuentes del gobierno.
El encargado de las finanzas públicas de México intervino, afirmando que esta medida implicaría que los trabajadores mexicanos en el país vecino estarían pagando impuestos de forma duplicada: primero, un impuesto sobre la renta y, después, otro nuevo impuesto sobre las remesas.
En promedio, las remesas mensuales ascienden a 393 dólares. Los principales estados de donde provienen estas remesas son Michoacán (centro) con un 9 por ciento, Jalisco (oeste) con un 8.5 por ciento, y la Ciudad de México aportando cerca del 7 por ciento a este flujo de ingresos. Estimaciones indican que las remesas constituyen más del 20 por ciento del ingreso total de estas familias, desempeñando un papel crucial en la reducción de la pobreza y en la mejora de las condiciones de vida en muchas comunidades locales.
Finalmente, el embajador mexicano en Washington, Esteban Moctezum, informó que desde su oficina están en comunicación constante con los congresistas de la República que están promoviendo esta reforma fiscal. También se mantienen reuniones con diversas organizaciones mexicanas en Estados Unidos con el objetivo de explicar las violaciones que pueden surgir de la implementación de este nuevo impuesto. (Sputnik)









