

La mesa aérea sobre la guerra en Ucrania acaba de añadir una nueva pieza. Suecia y Ucrania se han suscrito una declaración de intenciones que podría conducir a la posible exportación de entre 100 y 150 cazas Gripen. Aún no hay un acuerdo firmado, pero sí una fuerte señal política: Estocolmo se suma a los esfuerzos para reforzar la defensa aérea de Ucrania a largo plazo, con un compromiso que combina la cooperación militar y la tecnología europea.
Desde el inicio del conflicto con Rusia, Ucrania ha tratado de reforzar su fuerza aérea, que todavía depende de una flota híbrida formada por cazas desarrollados por los soviéticos y adaptados con la tecnología de sus aliados. La llegada de los primeros F-16 y Mirage 2000 supuso un avance, pero el número de unidades sigue siendo limitado y una gran parte está destinada a la formación de pilotos en Europa. Los MiG-29 modernizados continúan como núcleo operativo de su flota. Kiev busca más aviones y, sobre todo, aviones con futuro.
Un punto de partida, no un contrato. El documento firmado en Linköping no compromete entregas inmediatas, pero sí proporciona una dirección clara. Suecia y Ucrania acordaron cooperar en el desarrollo de capacidades aéreas y explorar la posible exportación de entre 100 y 150 aviones de combate Gripen. Para el Primer Ministro Ulf Kristersson es «un paso hacia un acuerdo a gran escala» con el que Suecia quiere avanzar en la modernización de la aviación ucraniana y reforzar la defensa europea en su conjunto.
Del fichaje al entrenamiento. Antes de hablar de entregas, Suecia y Ucrania introducirán un marco de cooperación militar centrado en la formación y la transferencia de conocimientos. Kristersson confirmó que el objetivo es desplegar los primeros cazas Gripen a partir de 2028, si las condiciones lo permiten. Más allá de una eventual exportación, Estocolmo pretende que esta cooperación promueva una relación duradera en cuestiones de defensa y fortalezca la interoperabilidad entre las fuerzas armadas europeas.
Diseñado para volar donde otros no pueden volar. El Gripen tiene una ventaja que lo distingue: está diseñado para operar en condiciones difíciles, incluso en carreteras o pistas improvisadas. El mantenimiento es rápido y puede realizarse con personal reducido y sin ingenieros altamente especializados.
En total, Kiev ha enviado alrededor de 85 aviones de combate F-16 desde varios países europeos. Holanda aporta 24 unidades, Dinamarca 19 y Noruega 14 máss, además de otros 10 para repuestos. Bélgica ha anunciado la entrega de 30 dispositivos además.
Los obstáculos que aún deben eliminarse. El camino hacia un acuerdo final depende tanto de factores políticos como industriales. Suecia debe autorizar la exportación de material de defensa y garantizar que su industria pueda aceptar un pedido de hasta 150 aviones. Al mismo tiempo, Ucrania debe capacitar a sus tripulaciones, adaptar su infraestructura y proporcionar recursos para sostener las operaciones. Por ahora, el Gripen sigue siendo una promesa en fase de planificación.
Imágenes | saab | Volodímir Zelenski
En | Ucrania acelera su ataque a Rusia con un ejército de robots sin precedentes: son acuáticos, llevan lanzacohetes y son mortales si se les detiene.









